¿Cómo llamar a las cosas que no existen?
Por ejemplo, en el juego de la nada
en medio de la noche estrellada
sin ojos que las sueñen y las pinten.
En una mano, el pincel lleno de tinte
de la sombra oscura, inexplorada;
y en la otra, una palabra errada
para significar el vacío. Te fuiste,
y todavía en el alma persiste
la sensación de estar sin órbita,
pero es parte de la vieja lógica
de un compositor de boleros tristes.
Al final de todo, nada resiste,
ni la llamada verdad es sólida.