
Un cuervo de repente alivia al cielo de monotonías grises
como una nota negra escapándose del pentagrama
que estoy dibujando para ti.
Y detrás viene otro cuervo
y otro
Y otros más
con su bulla y sus piruetas
felices como ladronzuelos en vacaciones
aunque hoy…
se están robando mi melodía para dejarme la de ellos
y aquí la tengo…
Parece una fanfarria con clarinetes de bambú
Pero su algarabía poco a poco se va diluyendo
y mi cuaderno nuevamente queda limpio a la espera de notas
para esa melodía
que no sé cuándo levante vuelo.
Si lo hace –y eso espero-
que tenga las notas multicolores de otras aves
y llegar hasta donde estás
en tu silencio.