Category: Sonetos

Luna perruna

Si no fuera por la luna, una por una
quedarían inválidas las sombras peregrinas
que salen de noche a andar o de aventura
por caminos al azar o de rutina.

Porque la noche las disuelve y las cocina
en un espeso mazacote sin condimentos
donde nadan sombras sin dueño o asesinas
que dejan huellas y sin rastro de los muertos.

Por ello soy feliz en noches de luna
pues mi sombra me acompaña y pertenece
aunque trata de escaparse a lo que parece

un lejano aquelarre en que las brujas
premiarán a la sombra que aparece
con el perro que más ladra y adormece.

Cuento marino

Nacidos para andar hemos llegado 
a una playa con arenas doradas, 
con el beso del sol a las espaldas 
y al frente un océano azulado. 

Es un mar, por los años más calmado 
como un caballo marino de crin blanca 
cuya espuma de amor baña la cara 
con sus olas de mar apasionado. 

Espera, con deseo ensillado, 
que alguien se encamine a la aventura 
de cruzar estas aguas con bravura 
 
y salir, cuando toque al otro lado, 
donde espera, con ojos de dulzura, 
el Autor, de quien somos su creatura. 

Emboscada

En mi día de montar en bicicleta, 
bajo los árboles y en una curva, 
hallé emboscada a una tortuga 
que llevaba el tiempo y la calma a cuestas. 

Me quería asaltar, y era muy seria 
su amenaza a interrumpir mi aventura 
por robarme unos instantes de cordura 
para esperarla y pensar solo en ella. 

Tras lograrlo, se marchó por su senda 
dejándome marcadas las pupilas 
con la historia de por sí tan antigua 

de que no siempre el más rápido llega. 
Salí del bosque y fui a poner la queja 
que una tortuga me robó la prisa. 

Vientos de cola

Una onda de fiesta está en el aire; 
la inició batiendo su cola un perro.  
Y en la onda, un abejorro viejo 
se lleva a la soledad de viaje. 

Y aunque por costumbre no invita a nadie, 
se han montado en ella varios insectos 
para fomar un trencito muy disparejo, 
pues la simetría no es lo importante. 

Esto sucede de mañana y tarde 
y mejor llevando el perro a caminar, 
cuando su cola se pone a festejar 

la sencillez de poder conectarse 
con un día sin agendas, y darse 
con ella un aire de felicidad.