Los terrones
duros y rojos de Villa de Leyva
tienen millones de historias
encerradas en sus vetas
Sirven para hacer adobes
y casas como las de mis abuelas
donde los alacranes se nutren
con las migajas de sus leyendas
Saben a sal porque tienen
milenarios tiempos en salmuera,
que combinan sabores cretácicos
con los nativos de esta tierra
Quiero hacer mi casa con terrones
pero se me adelantaron las avispas,
y yo prefiero a ellas por enjambres,
y no a los enjambres de turistas.