pues había hecho la tarea
de ayudarnos a crecer
como un alma compañera
llegó uno de orejas negras
esperando que otros niños
¡lo vuelvan a llamar a tierra!
y andamos la misma senda:
los unos con cuatro patas,
y los que les damos merienda.
y hasta cuando Dios quiera
dejarnos en esta vida
para recordar tu leyenda.