Category: Ecos

Las cosas dejadas

Hay una  belleza cifrada en el abandono
que sirve de redención al descuido;
si las ideas quedaron congeladas
el deterioro es el arte del destino

que el tiempo dispone en cada cosa
como el tallador sagaz que ha sido,
martillando con los elementos
la huella fugaz del racionalismo

que imponemos a los paisajes
con un impulso del salvajismo
que aún anida en nuestra especie
y tan distinto al humanismo.

Cuando las cosas se desmoronan
por la inercia efectiva del olvido
el mejor trabajo de los albañiles
es haberlo dejado detenido

pues el tiempo se encarga de afinarlo
añadiendo sus toques preferidos
con ayuda de las hierbas milenarias
dueñas de todo lo conocido

y el aporte del viento y la lluvia,
del sol y lo que se arrastra furtivo.
Entonces aparecen monumentos
a la ruina y al impulso perdido

intercalados con lo cotidiano
que logró cumplir lo definido.
Debajo de esos restos indolentes
duermen  sueños desteñidos

en planos conocidos de memoria
pero abandonados por algún sino
donde a ratos anida la belleza
despeinada y sin ningún artificio

como idea creativa de un tiempo,
maestro de obra y de mucho oficio.

Cafecitos

Hay un aroma flotando
cuando a tu lado despierto
no parece de persona
y más bien viene del huerto

Podría ser de algún cítrico
mejorado para ser tierno
o a las ramas que he pedido
que me regale el romero

O quizás olor a tierra húmeda
cuando pasa un aguacero
y el sol que no es piadoso
la quiere abrasar a besos

O a cualquiera de esas yerbas
que sin permiso crecieron
entre las plantas que cultivas
para fines de remedio

O a pasto recién cortado
cuya sangre de verde intenso
se desparramó en las sábanas
en medio de nuestro sueño

Hay un aroma flotando
y lo conozco, por cierto
porque ya estabas despierta
con tu café mañanero

Al paso

Ahora que llegaste el camino ya es distinto
y lo agradecen las yerbas y arbustos del sendero
pues aquellas pencas del barranco, ¿recuerdas?
nos regalaron la corona para una fotografía
que llenaría bien algunos de nuestros marcos
del siglo pasado

Hay tanto marcos esperando la piedad de un lienzo
para llenarles el vacío oprobioso de su existencia
y la vegetación del camino se disputa a gritos
con las piedras su derecho a crear un escenario
para la razón de caminar cerro arriba
de la mano

El marco natural de montañas austeras
en Villa de Leyva va a dejar que le tendamos
un lienzo de tonos cálidos caminando de la mano
en un atardecer