Las manos de una mujer en la cocina
dan a luz un nuevo día de melao
más temprano que el gallo acostumbrado
a escuchar la molienda de rutina.
La leña del fogón y de la hornilla
arde feliz porque es un fuego santo,
pues lo alimenta un corazón rezando
la oración de la caña tan sencilla .
El peón bate la miel y se alegra
porque pronto terminará su ayuno
y en el aire dulce, denso de humo
Inyecta el vaho de una frase obscena
como sazón del monte a la faena
y preámbulo al feliz desayuno.