En tu pubis verde y su lejanía las nubes descargan palabras amorosas
y tu vellosidad salvaje brilla con dientes de león
mientras tu vientre vaporoso se expande hacia formas que de pronto
pintarían un corazón
En tu pubis húmedo desfila la alegría que desparraman las hormigas
en hermandad llevando los tesoros que sacan de las montañas
donde podría perderse cualquier grillo de ciudad
En tu pubis silencioso antes del páramo vuelan en romería las meliponas
aventureras amantes de las orquídeas a veces con un poquito de sol
mientras al final del día vuelan las guacharacas haciendo vísperas sonoras
En tu pubis adorado me has visto de rodillas postrado ante tu divinidad y voto a las nubes que descarguen sus rayos sobre cualquiera que llegue a robar la noche donde me engendraste
y creció tu virginidad.